29 de nov. 2008

Coloquios nocturnos en Jerusalén

Carlo M. Martini i Georg Sporschill. San Pablo, Madrid 2008.
El recull de diverses converses entre el cardenal Carlo Martini, ex arquebisbe de Milà, i un company seu jesuïta. Martini, ja jubilat, viu a Jerusalem, i mena una vida tranquil·la volgudament en un lloc conflictiu, epicentre de moltes de les confrontacions dels nostres dies. M’ha impressionat la pau que transmet i la confiança en la gent, en els joves, en la gent que pateix, en la mateixa Església, en les persones no creients o d’altres creences. No és una confiança estúpida, és el convenciment que Déu és més gran i, si ens hi llancem a fons, encara que sigui des de perspectives diferents, ens fa lliures, solidaris i feliços, transformant la nostra pròpia mancança i infidelitat. Parla sense agror de les coses a canviar dins l’Església, i també es mostra capaç d’entendre les necessitats dels homosexuals, els canvis en les famílies… Sembla que li preocupa molt més la influència desmobilitzadora del consum en els joves que els seus costums sexuals. Es nota que és un arquebisbe que tota la vida, abans i durant el seu ministeri, ha visitat presos i drogaaddictes, ha pres part en negociacions difícils amb terroristes i ha estat en contacte amb joves. En els temps que corren, aquest llibre és terapèutic. Mercè Solé

1 comentari:

Mundy ha dit...

El libro Coloquios Nocturnos en Jerusalén, parece llamado a ser un ícono del nuevo milenio, ya que levanta tantas opiniones, que ni siquiera la mejor campaña de publicidad podría haber conseguido.
Nace casi sin pecado original, ya que su autor difícilmente pueda ser tachado de marxista, tercermundista o anticlerical, baste recordar que quizás hoy podría llevar otro anillo en su mano y qué decir de la editorial, sin dudas una de las más prestigiosas dentro del mundo católico, al menos de habla hispana, un sitio recurrente para todos aquellos que disfrutamos de literatura con contenido, con ese perfume maravilloso que es el leer lo nuestro y así enseñárselo a nuestros hijos.
Estos dos elementos lo sitúan en un plano superlativo y seguramente lo convertirán en un best – seller, no los que disfruten con su lectura y lo recomienden, sino los que lo contradigan e impulsen a leerlo y el tiempo dirá si esto es así o pasa exactamente lo contrario.
Obviamente que muchas de las ideas que plantea son fuertes, difíciles de asimilar, pero el debate de ideas nunca viene del todo mal, quizás algo se pueda sacar en limpio.
Cuando me preparé para mi primera comunión se hacía en un año, desde hace tiempo la preparación en muchos países es en dos, y en algunos lugares hasta en tres, antes se la podía tomar a los siete años ahora a los nueve, cuando aprendí el Padre Nuestro era de una forma luego cambió, comulgué bajo las dos especies en un retiro espiritual de la Acción Católica en 1.969, en una hecho insólito en mi vida, luego se hizo cada vez más común y hoy se recibe en la mano, y así la lista puede seguir, alguien lo pensó, alguien lo propuso, alguien lo apoyo y seguramente otros no, sin embargo no chocaron los planetas por esas ni por ninguna otra cosa y la lista podría continuarla casi hasta el infinito.
Pero hay un tema recurrente y es el relacionado con la sexualidad, en el cual sería muy bueno e ilustrativo que se le diera el mismo tratamiento y la misma difusión a la castidad conyugal que a otros aspectos, tal el caso de los divorciados en nueva unión, ya que todo parece formar parte del mismo capítulo y con ligeras variantes de la misma problemática.
Si el tema del acceso a los sacramentos está vedado para quienes tienen una nueva unión y no viven en completa abstinencia y se lo menciona cada vez con mayor intensidad, me cuesta entender porque el mismo tratamiento no se da para quienes estando casados sacramentalmente llevan una vida plena, sin apelar exactamente a métodos naturales.
Este tema, que también es tratado en el libro no es nuevo, en el Sínodo algunos obispos también plantearon la situación de los divorciados en nueva unión e independientemente que no haya alcanzado para producir ningún cambio, la situación quedó lo suficiente instalada, con lo cual libros más, libros menos, sigue y seguirá vigente.
En el pasado reciente la escultura de una rana verde crucificada instaló nuestra fe en los medios, más cercano fue la campaña de la asociación italiana Teléfono Donna contra la violencia de género, que muestra la imagen de una mujer en un lecho en una posición que parece la de la crucifixión de Cristo, que también dio bastante que hablar en los medios de varios países, al menos en Europa, sin contar algún que otro hecho de magnitudes superlativas, nada de todo esto y mucho menos el libro en cuestión han mellado mi fe y quiero suponer que tampoco la de varios otros.
Por todo esto, bienvenido el libro, bienvenido el debate, bienvenidas las ideas, bienvenido todo aquello que con respeto nos haga sentir que estamos vivos y si hay cambios también bienvenidos y si no los hay, Dios sabrá porque no suceden.
Nuestra Iglesia tiene 2.000 años y ni esta publicación, ni ninguna idea trasnochada, de un signo o de otro (porque lo que produce urticaria, no es de un solo color) la destruirá, así que tranquilos, cada uno a seguir en el camino, tratando de ser con nuestra conducta un verdadero ejemplo para los demás, que quienes nos vean puedan decir, ese es cristiano y su vida es verdadero testimonio.
Nuestro blog (www.labarcaglobal.blogspot.com) está hecho por y para católicos divorciados en nueva unión y desde allí nos hemos eco no sólo del libro, sino de las aspiraciones, sueños, dolores y angustias que la problemática genera, de las cuales algunas están plasmada en Coloquios…, y no por ello lo compartimos en plenitud ni suponemos ser merecedores de ninguna amonestación por haber tenido acceso a su contenido.
Mundy
labarca@ymail.com
www.labarcaglobal.blogspot.com